Documentos que cuentan historias/
El maestro Orlando Fals Borda entendía la ciencia como un gran universo en el que había espacio tanto para el saber popular como para el conocimiento formal. Así enfocó su trabajo investigativo, que se puede apreciar en sus archivos.
Si bien, el sociólogo fue reconocido principalmente por sus aportes a su propia disciplina, también lo fue por incursionar en otras áreas de investigación, como la agricultura. Él tenía un profundo interés por entender los orígenes del atraso del campo colombiano, así como por buscar alternativas para su desarrollo.
Es así que a su regreso de Estados Unidos, donde realizó sus estudios de maestría (Universidad de Minnesota) y de doctorado (Universidad de Florida), trajo consigo varias ideas para aplicar en el campo colombiano, tanto para la tecnificación de las labores rurales, como para la introducción de nuevos cultivos. Su objetivo era ampliar la base productiva de las comunidades del norte de la Sabana de Bogotá, como piloto para otras regiones del país.
Uno de los productos que introdujo fue la fresa, de manera tecnificada y controlada; para su meta, tuvo el acompañamiento del Instituto Politécnico de Alabama (EE. UU). Como era usual en el profesor Fals Borda, aplicó su gran capacidad de observación, registro y análisis para hacer un seguimiento detallado de la adaptación del cultivo en tierras del municipio de Chocontá (Cundinamarca).
Así lo muestra este documento custodiado por el Archivo Central e Histórico de la sede Bogotá, donde el investigador, en comunicación enviada a uno de los expertos en horticultura de la institución estadounidense, explica aspectos que van desde el tamaño de las hojas y frutos, el tiempo que tarda en crecer la planta y el impacto del clima en su desarrollado, entre otras cuestiones.
En la misiva, por ejemplo, el profesor Fals explica que solo 10 plántulas no sobrevivieron de las 50 semillas de la variedad de fresa llamada Klonmore que fueron sembradas; las demás, crecieron vigorosas, con hojas largas y sanas. Las semillas fueron sembradas el 30 de julio de 1956; las primeras flores aparecieron el 10 de octubre y los frutos comenzaron a brotar entre el 20 y 27 del mismo mes.
No obstante que las plantas se adaptaron bien al terreno y al clima local, Fals Borda tenía varios interrogantes y preocupaciones frente al desempeño del cultivo experimental de fresas. ¿Por qué unas plantas crecen más que otras? ¿Qué impacto tendría los extremos de temperatura usuales en la Sabana bogotana? ¿Cómo controlar las plagas en una especie foránea?
Incluso, le preguntó al profesor T.B. Hugler, encargado de la Estación Experimental de Agricultura de Alabama, si consideraba viable plantar fresas en esas condiciones y se podría escalar el cultivo. En la actualidad, podemos observar el rotundo éxito que tuvo la introducción de esta fruta, no solo por el cultivo en sí mismo, sino porque pudo ser asimilada por los pobladores y contribuir a mejorar la economía regional, algo que sesenta años después aún es palpable.
Quienes quieran conocer más sobre el trabajo investigativo de Orlando Fals Borda en temas de agricultura pueden explorar el archivo que lleva su nombre. Esta es una valiosa fuente de información para quienes deseen reflexionar e investigar cómo promover el desarrollo rural, tomando a las comunidades no como objeto de estudio, sino como sujetos activos en los procesos de transformación.
https://abacoenred.com/orlando-fals-borda/
https://enciclopedia.banrepcultural.org/index.php/Orlando_Fals_Borda
(13/04/2021/Textos: Carlos Andrey Patiño G./Diseño: Christian C. Rojas).